Como ya comentamos en un post anterior donde hablamos sobre el upskilling, las empresas actuales se encuentran ante una transformación digital que está propiciando un cambio a la hora de buscar y encontrar perfiles profesionales. Ante esto, las empresas están renovándose y aprovechando el talento interno con lo que se conoce como reskilling. Veamos en qué consiste y cómo gracias al reskilling puedes preparar tu equipo para enfrentarse a los nuevos retos laborales.

Reskilling: ¿Qué es?

Aunque usemos este término anglosajón, lo cierto es que, en castellano, esto ya tenía un nombre, y no es otro que el de reciclaje profesional. El reskilling realmente es algo que ya se tenía en cuenta dentro de algunas empresas, pero que con el avance de la tecnología y la digitalización de los entornos laborales se ha hecho cada vez más importante.

El reskilling implica formar en nuevas competencias a los trabajadores de la plantilla ya existente para adaptarse así a las distintas funciones necesarias en la empresa. Este proceso implica ofrecer una formación a los empleados para así continuar promocionando su talento dentro de la organización.

Diferencias entre upskilling y reskilling

Es muy frecuente que, cuando se habla del término reskilling, aparezca también el concepto de upskilling que, aunque está muy relacionado, tiene un significado distinto. El upskilling, en lugar de ofrecer formación para desarrollar nuevas funciones, se trata de capacitar al profesional para que pueda desempeñar las tareas de su puesto actual de manera más eficiente. Gracias al upskilling conseguimos trabajadores más preparados para competir dentro de su campo de especialización y poder crecer dentro de la empresa.

Beneficios del reskilling en tu empresa

Son muchas las razones por las que los departamentos de recursos humanos de las empresas encuentran en el reskilling la solución a muchos de sus problemas. A continuación, te contamos los principales motivos para desarrollar el reskilling en tu compañía:

  • Permite cubrir nuevos puestos de trabajo para los que es complicado encontrar aspirantes con la formación necesaria en el mercado laboral actual.
  • Ayuda a explotar el potencial de los trabajadores que ya forman parte de la empresa.
  • Motiva a los empleados gracias a la posibilidad de evolución dentro de un proyecto y fomenta el talento interno.
  • Consigue un equilibrio entre la formación académica y las necesidades reales de la empresa.

reskilling

Además de estos motivos, hay otra serie de beneficios, tanto para la propia compañía como para los trabajadores, a la hora de hacer reskilling:

  • Supone una gran ventaja competitiva que deriva en un incremento de la rentabilidad.
  • Mejora la tasa de retención de personal.
  • Afianza el employer branding.
  • Fomenta una cultura de aprendizaje continuo que implica una mayor permanencia en la empresa por parte de los trabajadores.
  • Ofrece nuevas oportunidades a los empleados para moverse dentro de la empresa en función de sus habilidades.
  • Aumenta la motivación de los miembros del equipo haciendo que se involucren más en las tareas que desempeñan y sean más fieles a la empresa.
  • Reduce los costes de contratación.

¿Cómo hacer reskilling o reciclaje profesional?

Ahora, ¿cómo podemos hacer para promover este tipo de formación dentro de nuestra propia empresa? Te contamos el proceso que tienes que seguir para conseguir explotar el talento interno de tu equipo.

1. Comienza creando los puestos necesarios

Es fundamental conocer las necesidades de la empresa para plantear qué puestos de nueva creación necesitan personal. Una vez se hayan identificado llega el momento de analizar las habilidades de los trabajadores y hacer una comparativa con lo que se está buscando.

Para eso es fundamental conocer la plantilla a fondo y establecer un diálogo abierto entre todas las partes. De este modo podemos conocer qué trabajadores están más predispuestos a aprender nuevas habilidades, las capacidades de cada miembro del equipo y sus aspiraciones profesionales.

2. Identifica las habilidades que deben cubrirse

Hay que llevar a cabo un plan que contemple todas las competencias que se necesitan. Para ello es importante diferenciar entre:

  • Hard skills o competencias técnicas. Se refieren a los conocimientos que la persona ha adquirido a partir de una formación especializada o la experiencia profesional. Es por ello que estas te permiten llevar a cabo una tarea o trabajo concreto.
  • Soft skills o habilidades blandas. Hacen referencia a aquellas competencias transversales que se van desarrollando a lo largo de la vida de las personas. Este tipo de habilidades cada vez se tienen más en cuenta en un proceso de selección, donde se busca candidatos diferentes y que aporten valor y novedad a la empresa. Algunas de estas competencias serían saber trabajar en equipo, tener creatividad o facilidad para adaptarse a los cambios, así como capacidades comunicativas, entre otras.

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3. Prepara un programa de formación

Una vez tu empresa ha detectado cuáles son las habilidades necesarias para el futuro, es hora de crear un programa formativo que pueda cumplir con las necesidades. Para ello debes tener en cuenta los siguientes elementos:

  • Elaborar un programa pedagógico en el que se especifique la manera de enseñar cada una de las habilidades.
  • Prepara el material formativo.
  • Distribuir el programa educativo entre los trabajadores para que tengan acceso a la formación necesaria.

Es posible hacer todo esto dentro de la empresa o bien externalizar la formación a centros especializados.

4. Establece las nuevas funciones de cada trabajador

Una vez se ha llevado a cabo la formación correspondiente, cada trabajador debe comenzar a aplicar las habilidades adquiridas en su nuevo puesto laboral. Por ello es importante cerciorarse de que todos los empleados conocen claramente sus funciones dentro de la compañía y qué se espera de ellos.

5. Evalúa el funcionamiento de las estrategias de reskilling aplicadas

Lo ideal es fijar un período de adaptación en el que ver los resultados del programa que se ha llevado a cabo. En caso de que alguna de las funciones no esté cubierta será necesario implementar la formación.

Una vez realizado este proceso, la empresa será capaz de actualizarse a los nuevos retos de un entorno mucho más competitivo donde la tecnología juega un papel fundamental. Ahora que ya sabes en qué consiste el reskilling y el upskilling en el entorno laboral, ¿te animas a aprovechar el talento interno de tu equipo para adaptarte a los nuevos requerimientos del mundo empresarial?

Recuerda que, si tienes alguna duda, desde la Fundación Universidad-Empresa podemos ayudarte en tu estrategia de employer branding.