Informe ejecutivo CYD respecto a las universidades
Informe ejecutivo CYD respecto a las universidades
Hablamos del informe de la Fundación CYD publicado a finales de año. Después de 16 años seguidos de publicación, el informe CYD se ha convertido en una referencia para poder ver el estado del sistema universitario de nuestro país y su impacto en la sociedad. Aunque como no podía ser de otra manera, la última entrega tiene como peculiaridad haberse hecho en un momento en el que el Covid-19 ha cambiado por completo las instituciones académicas forzando una transformación digital y un salto a la enseñanza online para la que no todas las universidades estaban preparados.
Pero este no es el único reto que refleja en informe CYD 2019, veamos en profundidad cuáles son los desafíos a los que tienen que enfrentarse las universidades en este momento para seguir siendo competitivas.
El protagonismo de las universidades privadas frente a las públicas
En la última década los centros universitarios de gestión privada han visto cómo aumentaba su número de alumnos frente a las instituciones públicas, tanto en grados como en matriculaciones de máster. Esto hace que sea necesario reflexionar sobre los siguientes temas:
- Debemos considerar si es necesario un cambio en el modelo de gobernanza de las universidades públicas para que sean más competitivas.
- Además de valorar la posibilidad de actualizar la regulación general para lograr un sistema universitario con la misma calidad en toda su oferta.
La sobrecualificación y sobretitulación del alumnado
Aunque esta tendencia ya se apreciaba en los últimos años, es cierto que en el informe de 2019 destaca el número de graduados que se encuentran en puestos de trabajo para los que no es necesario tener una titulación, es decir que están sobrecualificados. Pero no solo eso, también se observa que hay muchos titulados superiores cuyas competencias en realidad se encuentran por debajo de las del resto de los países de la OCDE, lo que nos indica que también hay una sobretitulación.
Las universidades deberían tomar medidas para adaptar sus contenidos y programas educativos a las competencias actuales, así como fomentar la formación continua a lo largo de toda la vida profesional de sus titulados.
Mejorar la transferencia en la investigación universitaria
A pesar de que los resultados de la producción científica de nuestro país en investigación están en puestos altos a nivel mundial, la presencia de la transferencia en la investigación universitaria y la creación de spin-off licencias de patentes es muy reducida. Esto se debe principalmente a las barreras institucionales con las que se encuentran los investigadores.
Los Organismos Públicos de Investigación (OPI), el Ministerio de Ciencia e Innovación y las universidades deben plantearse tomar medidas específicas para fomentar la carrera académica e investigadora de los alumnos universitarios. Es necesario transformar los servicios de transferencia y valorización para dar respuesta a las nuevas necesidades en materia de investigación.
Incrementar la financiación pública de las universidades
No es nuevo que las universidades españolas pidan a las autoridades un aumento en su dotación pública. Pero es que si nos comparamos con otros países de la OCDE podemos ver como el gasto anual por estudiante de acuerdo con la asignación de recursos públicos a la universidad es un 19% inferior. Es fundamental cuestionar el modelo de financiación de las universidades públicas de nuestro país y su reflejo en el alumnado. Además de promover, igual que otros países del entorno, las becas y ayudas al estudio.
Potenciar la actividad universitaria a nivel internacional
La llegada de la pandemia ha forzado una reducción en la movilidad internacional de los estudiantes universitarios y de los profesores, aunque nuestro país ya estaba por debajo de la media del resto de universidades de la ODCE. Independientemente de la situación actual, es importante fomentar la internacionalización de nuestro sistema universitario. Esto puede hacerse de muchas formas, no solo mediante becas en el extranjero, debemos promover las publicaciones de artículos en revistas internacionales, la enseñanza de idiomas o la formación de grupos de investigación en diferentes países.
Lograr universidades socialmente responsables
Aunque esto es un reto presente en todos los ámbitos de la sociedad, las universidades deben esforzarse por convertirse en centros de referencia de buenas prácticas en sostenibilidad. Es necesario que desde los centros universitarios se promueva un cambio medio ambiental y acciones sostenibles y respetuosas con nuestro entorno.
Promover la igualdad de género
Las universidades españolas llevan años trabajando para lograr entornos igualitarios, pero aún queda mucho por hacer. Por desgracia seguimos viendo pocas mujeres en los órganos de gobierno de las universidades, segregación en las elecciones de carreras universitarias, techo de cristal en el ámbito de la investigación o una brecha de género en las ayudas a proyectos innovadores.
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